En la Unión Mundial de Ciegos (UMC) defendemos la gobernanza por y para las personas con discapacidad.
Como organización, estamos comprometidos con el principio de que las personas ciegas o deficientes visuales deben tener autoridad para hablar en su propio nombre y orientar la dirección de la UMC. Esta filosofía garantiza que las voces de nuestros miembros no sólo sean escuchadas, sino que también sean fundamentales para dar forma a las políticas y acciones del Sindicato. Se trata de capacitar a las personas ciegas y deficientes visuales para que se representen a sí mismas y participen activamente en el liderazgo.